
Hoy por hoy, el contenido se ha convertido en parte vital de la comercialización, y por consiguiente, de la generación de negocio.
Y alimentar de contenido a todos los canales de márketing exigen una búsqueda y suministro constante de información. Y tanto contenido a nuestro alrededor necesita una gestión que lo busque, filtre, organice, optimice, dirija, y lo desarrolle. Todas esas funciones son las que debería realizar el Curador de Contenidos o “Content Curator”.
Dolors Reig los cataloga en su blog como “Intermediarios Críticos del Conocimiento”, y le confiere dos habilidades básicas muy diferenciadas, pero complementarias: Una buena formación en competencias digitales de manejo de la información, y un profundo conocimiento de la especialidad. Ahora bien, ¿existe esta figura en las organizaciones?
Las empresas por lo general saben vender productos y servicios, y no están preparadas para administrar la producción y distribución de una enorme cantidad de material (textos, imágenes, vídeos, audios) editorial. Como resultado, el contenido que se genera en los canales propios puede terminar siendo creado únicamente por el interés interno hacia ese contenido, pero con muy poca alineación con los intereses estratégicos de la empresa. Y ese sería un escenario muchas veces no tan malo. Hay casos en los que el contenido publicado choca directamente con lo que la audiencia de los canales de la empresa espera recibir. Y eso provoca irremisiblemente un desajuste entre la marca y sus seguidores con consecuencias inesperadas.
Si las empresas no tienes desarrollada esa capacidad internamente dentro de su estrategia de Marketing de Contenidos, es cada vez más necesario que tomen medidas. Porque el contenido no va a parar nunca.